Los termos eléctricos son una especie de tanques de agua con una capacidad entre 50 y 100 litros o incluso más grandes. Disponen de una resistencia eléctrica que se encarga de calentar el agua. En el momento en que se alcanza la temperatura fijada, la resistencia comienza a apagarse. Contrariamente, si se enfría, la resistencia vuelve a ponerse en funcionamiento.

Las principales ventajas de utilizar un termo eléctrico como sistema de calefacción en viviendas unifamiliares son:

• La instalación de termos eléctricos no es complicada al no necesitar realizar la instalación de gas.
• El agua sale caliente instantáneamente.
• No necesita un caudal mínimo de agua para un correcto funcionamiento.
• Ahorro económico al necesitar menos revisiones técnicas.
• Temperatura constante en el agua.
• Ofrece la posibilidad de combinar el termo eléctrico con la implantación de paneles solares en el hogar.

Respeto a la instalación de un calentador de gas tiene la desventaja de utilizar agua más limitada, necesitar un mayor espacio para colocarlo y el alto consumo energético.